Viernes 6 de febrero de 2009 - 12:45 hs

Así rezaba el papel que nos expidieron en el Registro Civil varios meses atrás. Desde ese día hasta el día señalado pasó el tiempo aceleradamente.

Prácticamente no paramos en todos esos meses. Pero la verdad es que aquello se inició muchísimos meses atrás, el día en que nos planteamos comenzar con los papeleos para casarnos.

Llevar adelante un matrimonio mixto (así se denomina en España al matrimonio entre un/a nacional y un/a extranjero/a) es una labor engorrosa. Presentar pasaporte, certificado de nacimiento, certificado de soltería, de carecer de antecedentes penales, certificado de empadronamiento. Los documentos extranjeros tienen que tener los sellos nacionales correspondientes y La Apostilla de la Haya: Nombre muy bonito para agregar a cada documento que presentes en el extranjero un folio con 10 ó 12 renglones citando no sé que artículo, una fecha,una firma y un sellito que en total reducen tu liquidez económica en unos 12 €. Lo malo del caso es que cuando uno sale del país para buscarse la vida en otro, necesitará diversos documentos acrediticios de diversas cuestiones (educativas, identificatorias, económicas, sanitarias, etc...) que harán que esa suma se eleve a unas 10 veces más el valor original y eso en sudamérica - llevado a la moneda de cada país - suele ser bastante honeroso.

Hay algo del proceso a la que la mayoría escucha nombrar y se pone a temblar: la audiencia reservada. Es la audiencia que cada uno de los contrayentes debe tener de manera individual con el juez de turno y un secretari@ que le acompañe. En ella el juez toma declaración jurada al entrevistad@ para evaluar si la relación que sostiene con la otra parte es una relación real ó es un intento de timo en pro de beneficiarse con el derecho de residir en el país - una vez casad@s - de trabajar y más tarde, de obtener la nacionalidad española. En esa entrevista se juega todo, ya que el juez otorga permiso o no para que la pareja pueda contraer matrimonio.

La verdad es que nosotr@s leímos de todo en diversos foros y a través de mails de gente que contaba su experiencia; cosas buenas y descripciones de momentos difíciles. Lo cierto es que en nuestro caso, al pedir la cita con el juez nos generó la misma inquietud que a todos - calculamos - por todo lo que se comenta te pueden preguntar.

Las preguntas (llegamos a saber cuestionarios que la gente va armando a partir de contar sus experiencias) pueden ser de diversas índoles: datos personales básicos, de la propia familia y de la de tu pareja, fechas importantes, viajes, regalos, cumpleaños, características personales de c/u (edad, color de ojos, peso, enfermedades, operaciones, rasgos distintivos), educación, trabajos, historia de vida, costumbres, vida cotidiana, etc. Personalmente considero que si uno parte de la base de que "ésto es un procedimiento" y no "algo personal", seguramente podrá evitarse tensiones, nervios, incluso situaciones que pueden llegar a rayar el malestar. Lo cierto es que tienen el derecho y la obligación de asegurarse de que no es una forma de inmigración clandestina, que es la relación y no intereses secundarios lo que hacen que uno quiera casarse con alguien de aquí... pero a veces hacen cada preguntita que uufff.

Hemos sabido que existen diversas preguntas, todas ellas cosas que una pareja puede responder sin mayores inconvenientes, pero también hay preguntas que crean momentos tensos (ha habido casos en que se han dado y así sucedió). Por ejemplo:

- Indique "cada una" de las cicatrices de sus pareja así como también "el lugar exacto" en que se encuentran.

- ¿Cuándo fue la última vez que mantuvieron contacto íntimo?

- ¿De qué color es la ropa interior que viste su pareja el día de hoy?

Uno pasa del descreimiento a la risa, a un poquito de molestia ¿Cómo se supone que me van a preguntar ésto?. Pero repito, no es personal, es un procedimiento general. El juez que nos tocó en la audiencia le preguntó a mi pareja que por qué no nos íbamos a vivir a Argentina. Mi pareja lo miró, se rió y le dijo:

¿A tí te parece que con la situación económica que hay alguien pude salir adelante en ese país? Y luego, ¿Sabías que se considera un buen sueldo ahora mismo a los que están rondando los 200 - 300 euros mensuales?.
El juez la miró, asintió con la cabeza y se rió como diciendo "Tienes razón".

A mí me preguntaron por qué había tenido que vender piso, muebles, negocio para venir para aquí. La respuesta fue simple:

"Un pasaje costaba en esa época unos 800/900 euros como barato. Me iba a ausentar un tiempo del país, sin poder trabajar no iba a poder hacer frente a mis obligaciones económicas, llegué a trabajar en mi negocio - un cibercafé - en turnos de 3 ó 4 días seguidos, quedándome a dormir en él, llevándome algo de ropa para cambiarme en un bolso, durmiendo sobre sillas, una bolsa de dormir - y una manta cuando hacía frío- porque saliendo a medianoche o de madrugada de allí no podía volver en bus sola a mi piso (tema seguridad) y el gasto de taxi todas las noches era mucho (sumándole algo de comer, algo para tomar, sobre todo algo caliente cuando hacía frío y contando que tenía que regresar a veces 5, 6 ó 7 horas más tarde para abrir a las 8 am).Vendí el negocio por razones médicas sobre todo, también vendí mis demás bienes (muebles, enceres de la casa, libros y cd's incluídos) para pagar el pasaje, mis obligaciones fiscales, pagar deudas - que en un país como Argentina es imposible "no tener" por más que se trabaje a destajo - para tener algo de dinero que traer en mano y para dejar dinero allí para que me enviasen si hacía falta y/o para que tuviesen ellos algo más si lo necesitaban, para pagar trámites..."

Me interrumpió con gesto adusto, casi arrepentido de haber preguntado y dijo: "Está bien, comprendo".

Luego me hicieron hincapié en que si tenía prisa por casarme podía concurrir a otro registro civil, tuve que repetir varias veces que el tiempo no importaba, que no teníamos apuro (por el tono y la forma en que lo decían probablemente era para ver si yo me interesaba en la rapidez de la realización del trámite) y de nuevo con "Por qué me había deshecho de todo cuanto poseía". Les volví a repetir, no era tanto lo que poseía y menos a nivel económico comparando con su valor expresado en euros...

¡Si supieran que lo único de valor que me queda en Argentina son mis viejos, los amigos, mis libros de la universidad, los legajos de mis ex-pacientes, fotos y 3 cajas de ropa!. ¡Si supieran que lo único que traje conmigo después de 35 años en el otro lado de charco fue lo que cabía en una maleta, un trolley y una mochila!.

Si supieran lo que se siente y cuánto se siente... no me habrían preguntado de esa manera.

Pero comprendía que estaban haciendo su trabajo...

...y - traquilamente - respondí a sus dudas.

E-migrad@