jueves, 12 de marzo de 2009

Si supieran...

Si realmente supieran cuanto dolor, pena, frustración y soledad hay que inflingirle a un niño para convertirlo en la antítesis de lo que supuestamente debería ser - al menos en cuanto a lo que imaginamos cuando pensamos en niños - dejarían de hacerlo ya...

Si supieran cuanta vejación - física y psíquica - es necesaria para convertir a un ser tan indefenso en herida salvaje, purulenta y absoluta no tendrían el valor de levantar la voz ó un dedo...

Si tuvieramos la capacidad y la valentía de imaginar - tan solo una vez - lo que a nuestra mente, moral, ética y principios le resulta "lo inconcebible", no habría ser capaz de estar desatento a las señales que un niño en esa situación es capaz de mandar, ni mirar hacia otro lado... nunca más.


Porque todos ellos, antes de matar, hacía mucho que estaban muertos por dentro... olvidados ó ignorados por el mundo, invisibles ó discriminados.

Porque detrás de cada uno de esos "locos", "enfermos" hubo un niño que fue dañado - a veces - impercetible pero sistemáticamente durante mucho tiempo.

El suficiente para que se borrara en él todo vestigio de esperanza, protección y cariño hasta que lo intolerable le convirtiera en una bomba de tiempo andante.
..

Ya iban en tiempo de descuento.

Como sociedad llegamos tarde para ellos y para los inocentes sobre los que descargaron tanta ira contenida.


Intentemos estar un poco más atentos a los niños que nos rodean, es imprescindible velar por el futuro de la humanidad.

La psicología enseña muchas cosas... una de las más grandes verdades que aprendí a lo largo de la carrera fue que "Un daño se produce por comisión (por el acto directo de producirlo) y/ó por omisión".

E-migrad@


4 comentarios:

iñaki zaratiegui dijo...

Muy buena reflexion, y a mi papecer muy cierta.
Casi todas las especies cuidan su futuro, pero..
¿que le pasa a la nuestra?
Un saludo.

lola dijo...

Muchas veces la familia está tan ocupada en otras cosas, que no prestan atención a las señales de petición de auxilio que envían sus propios hijos. Después cuando ocurre la desgracia, se preguntan ¿por qué?
El caso de ese chico que mató en Alemania a tantos compañeros me ha dejado sin palabras.
Un saludo,

E-migrad@ dijo...

Hola Izara, Bienvenido a Migraciones Internas!

A la nuestra qué le pasa? Ufff.. la pregunta del millón, la pregunta de las mis respuestas posibles.

Para mí, una de las razones es quedar entrampados en una frenética vorágine que la sociedad determina como "normal" para los que deambulamos el SXX y este comienzo del S XXI. Perder el Norte es demasiado sencillo cuando se va por al vía rápida.

Otro saludo para vos y espero que nos sigamos leyendo.

Buen finde, E-migrad@

E-migrad@ dijo...

Tenés razón Lola, la gente - comunmente - se ocupa de otras cosas en medio del trajín diario. Lo cierto es que, considero, que nuestra atención tendría que aprender a estar latente hacia cualquier niño que tengamos cerca, en general. Empezar por los "de casa", sí... pero ampliar un poco el círculo sería beneficioso para todos.

Los casos como el del chico de Alemania dejan sin palabras, sí... al menos hasta que pasa el shock de lo inesperado.

Lo preocupante es que ya van varios "chicos de...." que van haciendo lo mismo.

Sigo pensando que nos estamos perdiendo señales y te aseguro que para verlas no hace falta ser profesional. El sentido común, el olfato - si prestamos la atención necesaria - pueden ayudarnos.

Eso sí, hay que querer aguzar los sentidos...

Un beso para vos y los tuyos, E-migrad@

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