Acabo de revisar un poco el camino de mis posts y hay varios escritos relacionados con mi tierra, ergo, algo sucede con el tema. No es un recuerdo triste, ni angustiante, es un recuerdo con sabor a añoranza, a buenos momentos por lo que ando viendo.
Hace rato hablé con mis viejos, siguen con muchísimo calor. Desde enero casi, no tienen respiro y las temperaturas no bajan de los 32 grados ¡¿como poco?!. Realmente ha sido un verano muy fuerte: allá, el verano empieza el 21 de diciembre y termina el 21 de marzo.
Los maestros y los alumnos que deben materias ya han vuelto a clase hace unos 10 días para los exámenes que resolverían el tema de las materias aprobadas o reprobadas.
Si no me engaña la mente - y si no cambiaron los calendarios de los últimos años - en esta semana tendrían que retomar las clases, al menos a nivel del sector de escuela primaria (antigua E.G.B. en España, primary school y similares para el resto del planeta) y para los enanos que entran al Jardín de infantes (educación preescolar, kindergarten, pre-school). Los más grandes empezarán la siguiente semana probablemente.
Ya empieza el año laboral "fuerte", porque el 21 de marzo empieza el otoño y el 90 por ciento de la gente ya se tomó sus días de vacaciones, se haya ido ó no a alguna parte. Me gusta este momento del año en Argentina, hay un bullir interesante...
Algo así me imagino que sentiré cuando esté en el avión - dentro de unos meses - cuando estemos próximos a llegar a Buenos Aires:
Abri los ojos y la ví,
estaba linda como siempre...
las primeras luces del día,
la invitaban a cambiar.
Como en sueños intentaba ser,
el centro de algún universo,
enfermando a bocanadas,
reviviendo a multitudes que la aman.
Como yo, que la aman
como yo, que la extrañan,
como yo, que no puedo irme,
muy lejos sin llorar.
Como yo, que la juzgan,
como yo, que la niegan,
como yo, que no puedo irme,
muy lejos sin llorar.
Abrí los ojos y te ví,
la gente no escucha tu canto,
no comprende que algunas noches,
te morís de soledad.
Un abismo, tabla de ajedrez,
En blanco y negro, Buenos Aires...
me llevabas toda la risa
y eras frágil como yo.
Como yo, que la amo,
como yo, que la extraño.
Como yo, que no puedo irme,
muy lejos sin llorar.
Como yo, que te juzgo,
como yo, que te niego.
Como yo, que no puedo irme,
muy lejos sin llorar.
E-migrad@
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