Es bien sabido que la llegada de muebles nuevos a una casa que está en constante evolución implica - también - la salida de muebles y otros enceres de la misma, ya sea integrándose a las filas de los objetos a eliminar (Aleluya!) ó llevando a la creación "oficial" de los espacios que a cada cosa le corresponde. Lo que no siempre recordamos cuando hablamos de estos temas es la descarga de adrenalina que se libera por el organismo a fin de cumplimentar con tener todo listo para las fechas previstas a tales acontecimientos.
En nuestro caso se han recreado 3 nuevos espacios: la alcoba remozada, el estudio/biblioteca y un pequeño gimnasio. Estamos felices por ello pero también cansadísimas, no hemos parado ninguna tarde de la semana pasada y ayer vinieron Ojos Lindos y N. - unos amigos nuestros - a ayudarnos con el monto de fuerza que nos hacía falta para mover algunas cosas así como también para hacer las instalaciones de electricidad y teléfono en el estudio. Gracias a ellos los ordenadores están allí desde anoche.
La verdad es que las dos parejas nos llevamos bien y nos complementamos... ellos aportan la óptica masculina a algunas cuestiones - amén de la fuerza en casos como éstos, claro - y nosotras les aportamos la óptica femenina cuando la necesitan así como también el auxilio en cuestiones informáticas y/ó en mantener sus estómagos contentos al probar algunos platos "a la argentina" que tanto les gustan, por nombrar algunos ejemplos.
Lo cierto es que la mañana empezó temprano, sobre las 8 am; los chicos llegaron sobre las 10 y el día transcurrió entre arreglos del hogar hasta las 23 pm de ayer, hora en que se fueron cansados, contentos - con la promesa de vernos el finde que viene para tomar algo juntos - y con la pizza "argentina" que había sobrado del mediodía.
Ahora mismo quedan - todavía - algunas cosas por repasar y también alguna caja embalada, pero todo se hará con calma. Nuestras prioridades - hoy - son llevar a Tango al veterinario en unas horas y descansar un poco del trajín de ayer.
Me gusta como va quedando la casa; la cosa avanza, sin prisa pero sin pausa. Cada vez se parece más a lo que fuimos imaginando en esas tardes de charlas largas y bocetos en cuanto papel cayera en nuestras manos. Cuando vayamos a Buenos Aires - aprovechando la mudanza que tendré que hacer para tener conmigo las cosas que me quedan allí - buscaremos algunos adornos y cosas que le den ese touch argento que nos gusta a ambas.
Mañana, con algo más de tiempo, les cuento un par de cosas y mando los pps de Buenos Aires.
Cariños, E-migrad@