En realidad, para ser absolutamente sinceros, podríamos decir que Argentina sería un país potencialmente grandioso si no fuera por su clase dirigente y no le llamo "clase política" porque ésta dista años luz de ser algo pálidamente semejante a lo que imaginaron los Antiguos.
Es llamativa la forma en que el pueblo argentino a logrado sobrevivir a una acción tan desmedida, premeditada y de tan larga data. De hecho hay un chiste sobre argentinos, que nos decimos entre nosotros mismos, como forma de tomar las cosas no tan seriamente (porque sino sería para llorar y no parar más):
- ¿Sabés quienes son los únicos que van a sobrevivir - junto a las cucarachas - a una Tercera Bomba Nuclear?
- No, ¿quienes?.
- Los argentinos... ¡POR BOLUDOS!*.
- No, ¿quienes?.
- Los argentinos... ¡POR BOLUDOS!*.
Algo de razón debe de esconder el chiste (recordando el axioma psicoanalítico "Todo chiste tiene algo de verdad") porque hay que ser medio boludo/a para seguir creyendo las mismas mentiras aggiornadas durante más de 3 décadas, por seguir votando a cualquiera que se autoproclame "peronista" cuando en realidad es cualquier otra cosa o seguir creyendo que - alguna vez - un radical va a poder gobernar SIN el sindicalismo a su favor y/ó terminar un mandato presidencial.
Hay que carecer de memoria para poder olvidar los mismos apellidos de siempre, agarrados con uñas y dientes a sus sillones de mando en distintos lugares del país, en la Cámara de Diputados o en la Cámara de Senadores y pensar que esta vez van a ser o a actuar de diferente manera. En Argentina hay - todavía - territorios feudales que pasan de generación en generación bajo la fachada de gobiernos provinciales y municipales. Y se mantiene un "Pan y circo" sistemático
- entre otras cosas - por no educar al pueblo, para que no se convierta jamás en soberano...
Éste es el preciso momento en que - si mi viejo estuviera acá - preocupado me diría: "Calláte, (mi nombre)... Dejá de decir esas cosas" y yo tendría que entenderlo; vivió toda su vida en Argentina y los vió pasar a casi todos. Fue un tipo laburador* (le tocó salir a trabajar a los 8 años), no tuvo vicios aunque sí carencias. Lo poco o mucho que tuvo lo ganó esforzándose día a día, codo a codo, con mi vieja. Corriendo de aquí para allá y desarrollando ese peculiar instinto de conservación que tienen los que - de alguna manera y por algunas circunstancias - se crían un poco en la calle. A más de una generación de argentinos le enseñaron a no hablar/no ver/no escuchar "algunas cosas" por la salud y el bienestar de sí mismos y de los suyos.
Yo entiendo el miedo que tendría mi viejo, si leyera ésto, porque seguramente me diría "ésto lo puede leer cualquiera". Sí, viejo... tenés razón, ésto lo puede leer cualquiera pero yo sería muy bolud@, apátrida o muy cobarde, si - a estas alturas del partido - no dijera lo que muchos sabemos y pensamos sobre lo que pasa en "nuestro" Reino del Revés.
E-migrad@
Canción: El Reino del Revés, letra y música: María Elena Walsh
Aclaraciones:
* Boludo= Tonto, bobo, subnormal, idiota. Varía la gravedad de la palabra según con que cara y tono se diga.
* Laburador= trabajador.
* Boludo= Tonto, bobo, subnormal, idiota. Varía la gravedad de la palabra según con que cara y tono se diga.
* Laburador= trabajador.
2 comentarios:
Hola, emigrada. Vengo de visita tambien por tu blog, y por lo que he visto, vendré muy a menudo a leer estas cosas interesantes que escribes. Sólo conocí a Argentina por quince dias, pero amigos, canciones y "ficciones" argentinas siempre me acompañaron. Aprecio mucho que cualquier ciudadano pueda hacer una buena diseccion del gobierno de su país, y escribirlo, como lo haces tú.
Muchos saludos para ti,
Verónica
Gracias por haberte dado una vuelta y - también - por el comentario, Verónica.
Espero que, cuando pases por aquí, te sientas a gusto.
Cuidáte
E-migrad@
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